Los monstruos de nuestros dias.
Inconsciente de su verbo y su
acción gritaba a todo mundo que él era el más feliz de ese lapso, irreconocible
después de una noche estruendosa y de compartir con seres que se perdían en el
limbo de las pastillas de colores y polvo proveniente de un mundo obscuro, él
era el hombre que se jactaba de ser el número uno y el intocable para
mama, pero la realidad era distinta a como se había escrito desde hace mucho
tiempo.
Un hombre que conocía como la
palma de su mano el pedregal pero enmudecía al pisar Tepito para conseguir
aquello que lo encapsulaba y lo transportaba a su libertad que en realidad era
el escape a todas exigencias y expectativas que le impusieron y con el paso de
los años no se pudieron concretar. Ahora las arrugas aparecían y no solo al
sonreír se quedaba de manera permanente, los dientes amarillos delataban que la
nicotina era parte de su minutero y su más arraigado habito para matar el
estrés, su bondad se fue quedando moribunda porque había perdido toda esperanza
de sinceridad ante cada bache que se
encontraba y llenaba de ilusiones.
Su estilo de altiveza solo se
podía observar en fotografías esas que quedarían para la posteridad al igual
que sus frases que eran las únicas
manifestaciones de apoyo que tenía para
sostener la grandeza que un día se inventó y al otro día se derrumbaba solo al
pensar que aquello no estaba bien pero tenía que continuar en ese camino pues
no encontraba salida.
Aquellas luces del antro lo
impulsaban a convertirse en un rey, la música lo convertía en atrevido, el
alcohol en un aventurero y lo demás lo estaba transformando en un monstruo
aunque en su espejo era la persona más sensata como si todo aquello fuera
medicina para el alma.
Soy un sobreviviente de la guerra
constante donde muchos salen rasguñados, otros descalabrados, muchos mueren
y algunos son los héroes de lo irreal, con las narices desechas, pocas
neuronas activas, pulmones negros, razones colapsadas y un silencio que
fractura lo valioso de un ser construido con amor. Los que corren con la
fortuna de seguir existiendo toman el papel de comandantes y van reclutando
nuevos soldados para continuar con esta tromba de luces y escapes no consumados,
donde las estrategias no funcionan del todo porque el estado de alucinación
inminente hace que la bondad se reseque con el sudor.
En este instante yo estoy
entretenido en otras batallas esas que valen la pena, busco reencontrarme con
las personas que tiene un significado irremplazable en mi vida, que tiene
historias únicas en mi tiempo, comparto mis momentos con seres que me brindan
la oportunidad de debatir y de prolongar mi felicidad, desplazo lo que no me
hace sentir mal y lo coloco en un librero en lo más alto de mi locura sin
dejarlo en el olvido porque en algún momento me puede servir para seguir
creciendo. La infinidad de paredes que forman mi hogar son mi espacio de
reflexión y ahí es donde celebro la vida
sin temor a nada. En mi interior
Clausuro puertas y abro ventanas para que se oxigene todo lo que me
mueve y deje fluir lo que me detiene, estando en paz con el pasado,
comprendiendo el presente y construyendo un futuro.
Habrá muchos monstruos a nuestro
alrededor y tendremos que convivir con ellos buscando un equilibrio y esperando
a que cambien de piel y quizá en una de esas se den cuenta de lo bueno que
algún día fueron y se reivindiquen, el mundo necesita el despertar de esos
hombres acorazados en un mundo intoxicado y devastado por sensaciones efímeras
que los llevan sin remedio a la realidad de la que siempre han pretendido
escapar y no podrán.
Me has llegado en lo más profundo y veo con gran ilusión que no soy el único en querer salir de ese mundo vano y sin meta alguna más que la de la destrucción del ser más amado que en realidad no es mas que uno mismo esperó en el fondo de mi ser poder encontrar a alguien como tu lo has hecho con quien contar y me brinde el apoyo moral que a veces me hace flaquear y volver a caer
ResponderBorrarMe has llegado en lo más profundo y veo con gran ilusión que no soy el único en querer salir de ese mundo vano y sin meta alguna más que la de la destrucción del ser más amado que en realidad no es mas que uno mismo esperó en el fondo de mi ser poder encontrar a alguien como tu lo has hecho con quien contar y me brinde el apoyo moral que a veces me hace flaquear y volver a caer
ResponderBorrarMuchas Gracias por tus palabras Juan. Espero que todos los martes me leas.
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