El valle en el cual los oasis no existen.

Implacables fieras se sueltan cuando la comida ronda en un espacio que en apariencia es desértico. Son esos títeres que se mueven de forma sutil y brusca cuando el espectáculo comienza en  espera de un aplauso unánime y ensordecedor.  En definitiva estamos en una bola de nieve que arrasa con todo.

Los predicadores andan sueltos contando historias que de alguna forma son farsas porque la realidad nos demuestra lo contrario, esos soñadores que se levantan todas las mañanas con una sonrisa única, un cuerpo erguido y con un ímpetu indiscutible debe ser muy fuerte para soportar esas palmadas que se convertirán en demoledores golpes porque toda esa palabrería al paso de los días serán fantasmas que solo asusten a la razón de aquel que creyó en un mundo de infinitas alegrías sin prever las caídas.

La Fe en el sentido humano debe movernos hacia donde nos percatamos habrá abundancia, serenidad, bienestar, esa inexplicable sensación nos debe llevar a encontrar las respuestas sin tanto alboroto, nos debe inquietar para transformar nuestras equivocaciones en aciertos, ser observadores de los actos que pueden ser emocionantes o despiadados. Utilicemos nuestro criterio para saber qué es lo que está pasando y que tan ciertos son esos discursos que al principio suenan bien pero debemos descubrir si hay algo oculto. La Fe es cuestión de creer en uno mismo y tener en cuenta que hay búsquedas que no son necesarias porque eso que queremos hallar está en nuestra esencia, quizá por cobardía, egoísmo hacemos que los caminos se trunquen pero todo puede tener un giro que nos lleve a la gloria que anhelamos.

Si esas fieras nos han lastimado, esos títeres nos han aburrido y esa nieve nos ha cubierto, entonces conocemos lo extremo y los riesgos que tomamos al estar en este mundo, comprendamos que en ocasiones no todo es como queremos que sea. Doma a las alimañas que circundan tu brillo, corta los hilos y siente esa generosa libertad, busca ese fuego que queme la ignorancia que somete a muchos sin aviso. Busca consensos cuando aquella cueva es compartida, busca estar a salvo de los caníbales,  convive sin el temor de asfixiarte, deja de estar a la defensiva porque eso solo hace que retrocedas y esa guarida se vuelva una tumba. Esos rostros arrugados, desconcertados toman forma de bestias incansables que hieren para que por alguna extraña razón no llegues al valle en cual los oasis no existen.

Cuando sabes que esta tierra es gobernada por intereses inimaginables, cuando las palabras parecen chocolate amargo y el mensaje es tan transparente que no le encuentras forma, es momento de tener claro que no hay que bajar la guardia,  que debes ser sigiloso, paciente, para conservar tu integridad. Estamos en un mundo en crisis, donde la desconfianza, la apatía, la indiferencia, la envidia, el oportunismo es una labor insustituible de los itinerarios de la mayoría. Habrá días nublados donde tendremos que buscar un lugar donde la lluvia no nos alcance, sentiremos un viento helado, veremos lagrimas caer.

Pero en los días soleados disfrutemos de la cosecha en un clima templado y lloremos de alegría por estar presentes en este preciso momento, donde si hacemos un análisis practico sabremos que no estamos solos, si las fieras se multiplican estaremos preparados, si los titiriteros están reclutando especifiquemos que somos de carne y hueso, si la nieve sigue cayendo juguemos con ella sin mortificarnos.

No permitas que la obscuridad de otros, te ponga a debatir entre claudicar o seguir siempre en lo mismo. Si ellos han ganado entonces eso quiere decir que debemos continuar pero creo temen de forma inevitablemente se les puede rebasar.


Comentarios

Entradas populares