Todos tenemos un punto débil.
Si piensas que te
envidian, critican, señalan, atacan, ofenden quizá eso tendrás pues de alguna
forma lo estas atrayendo y por lo tanto es lo que produces sin darte cuenta.
Ser respetuoso es algo
que habla bien de ti. No digas que eres tolerante ya que eso significa que te
sientes con la razón absoluta e intentas menospreciar a otro por su forma de pensar,
mejor se prudente, escucha y se aliado del respeto. Si no te agrada el derecho
que tienen los demás Para manifestarse, amarse, expresarse, pues no te
entrometas y sigue tu camino.
Tengamos en claro
que una cosa es lo que creemos, porque así nos educaron y otra es lo que está comprobado
científicamente, entonces romper con todo lo arraigado es complicado pues es
una edificación que esta apelmazada de una manera rigurosa entonces nos cuesta
comprender lo que los demás hacen con sus vidas pero al final son sus
elecciones y a ti poco o nada te deben de interesar.
No des opiniones sin
lo te las piden, mantente callado, es una forma correcta de ejercer el respeto
y no generar polémicas burdas, protagonismos huecos y palabras necias. No saturares
tu vida con suposiciones, no creas que si alguien te hace cara es porque le
caes mal, simplemente esta agobiado por alguna otra circunstancia. Usa tu empatía
de forma precisa invirtiéndola de corazón y no por compromiso.
Si no te sientes a
gusto con algo entonces expresarlo de forma clara, si te has equivocado reconócelo
y continua. No rompas puentes solo por capricho y no degastes argumentos solo
por llevar la contra. No cambies solo porque el destino te ha llevado a otro
punto, se responsable pero también has que perdure todo aquello que te ha acompañado
durante todo tu trayecto. No te creas omnipotente porque al final serás polvo
como todos los demás.
Si tienes ganas de
llorar hazlo, si no quieres levantarte de la cama entonces quédate ahí dejando
pasar el tiempo y consiéntete con pensamientos positivos pero que no se alejen
de la realidad. El amor lo puede todo pero hay muchas cosas que hacer para que
este se mantenga radiante y fuerte. Cierra los ojos y ponte en el peor de los escenarios
y califica tu capacidad de resistencia y antes de abrirlos recuerda el momento más
feliz de tu vida y trata de replicarlo en tu presente.
No me digas que
siempre tienes la razón, que jamás te han lastimado, no me cuentes historias
que no creeré porque sabes en el fondo que eres vulnerable. Todos tenemos un
punto débil y este hay que cuidarlo de forma serena. Hay cosas que duelen pero
tenemos que buscar los analgésicos necesarios para continuar en esta vida llena
de metas y sueños, tenemos que meditar y sobar esos golpecitos para emerger al
mundo que nos espera con los brazos abiertos.
En el camino nos
encontraremos con bestias y con criaturas que inspiraran ternura, llegaremos a sitios con
estructuras imponderables, con leyes inquebrantables y con seres rígidos.
Nuestra tarea es explorar cada rincón y localizar la felicidad que nos haga
saber el para que estamos aquí y ahora. No te mueras con las ganas de contar tu
historia, no ocultes esos tramos obscuros, no vivas en conflicto, no permitas
que tu sonrisa se opaque porque otros le temen a la alegría.
Si no estás de
acuerdo con el sistema que te ha envuelto entonces busca la salida y si decides
quedarte entonces todo aquello que te corresponde hazlo bien y con claridad. No
imagines que una roca te aplastara porque puede que suceda porque ya lo has
pensado… solo por eso cuida lo que está en tu mente.
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