La colección de jaulas.


Las calles vacías y la imaginación jamás nos informo de lo que podía acontecer. Estas desesperado, diciendo maldiciones, desatendiendo lo que en perspectiva es importante, quejándote constantemente, saturando la mente de situaciones desfavorables. La muerte es un panorama que trasciende en todos lados, estamos invadidos por negligencias, discursos torcidos, números incomprensibles, esto se sigue repitiendo sin saber cuando llegara el fin.

No quieres poner de tu parte, quieres salir corriendo y regresar a los sitios donde eras feliz. Te resistes a caer en un encierro cuando es una oportunidad para liberarte de todo aquello que te pesa y te absorbe dejándote en los huesos, es un momento para agradecer, es una pausa que puede entregarnos un nuevo equipaje para emprender viajes interminables, para darnos cuenta de los insípidos huecos que rellenamos con tontos argumentos, es un lapso para valorar lo que pensamos que será eterno y francamente no lo será.

Después de que pase todo esto quiero un poco de ginebra en compañía de las personas que me aman incondicionalmente, quiero un taco de birria, quiero comenzar nuevamente una lucha contra las lonjas que comienzan a desbordarse, necesito estar entre la muchedumbre que me enriquece de historias, quiero saborear unos nachos y restablecer el contacto con lo que definitivamente me impulsa a sonreír. Mientras estaré aquí, tomando un delicioso te negro, comiendo galletas como si mañana fuera el fin del mundo, leyendo esos libros que por años estuvieron arrumbados, pensando de que color puedo pintar las paredes, riéndome del sarcasmo que intentan ocupar los demás contra otros, escuchando a los pájaros como gozan de lo que hoy estoy privado. 

Para que quieres estar encerrado si te la vives estresado, entre gritos insensatos, entre enojos inverosímiles y reclamos insolentes. Entiende que, si estas en tu casa es para celebrar la vida, para cuidar de todo lo que has logrado, de fortalecer los lazos y en ordenar esas incertidumbres. Disfruta del tiempo que te corresponde vivir en cautiverio, no permitas que los miedos te arranquen la cabeza y se paciente con el caos de los demás. No pongas excusas infinitas cuando a todos nos sobra el tiempo y sabemos de lo que se trata este capítulo que nos atañe a todos y en todas sus formas. Enfócate en lo esencial, en eso que siempre piensas, no te abrumes si las cuestiones que ocurren te dejan un sabor irreconocible.

Las batallas son intensas y no las observamos, estamos escondidos de todo peligro. Podemos cambiar de forma drástica, si realmente analizamos con atención, depuraremos nuestros ángulos y continuemos reparando todo lo que nos compromete con este mundo que estará transformándose. Tendremos que sostenernos de la constancia y la disciplina, estamos obligados a decir lo que pensamos para que los demás mediten sus acciones y sus palabras. El mundo nos esta dando la respuesta y nos afirma que tenemos mucho que ganar, si estamos conscientes de lo que podemos perder.  No saboteemos lo que fluye con paciencia y lo que tiene un sentido de búsqueda incansable.

La colección de jaulas que tienes es incalculable, es momento de hacer una destrucción masiva y liberar tus emociones a puntos que parecían lejanos. Que esas jaulas se fundan para construir puentes, que las plumas que encontremos sirvan para comprender que podemos volar con todas las fuerzas que hemos obtenido de nuestras experiencias. En nuestros viajes podemos ir acompañados o solos, pero lo importante es no perder el entusiasmo para llegar al objetivo que nos hemos planteado. Ahora te darás cuenta que podemos imaginar escenarios siniestros y que se pueden hacer realidad, entonces limpia la mente, sacúdela con la intención de que solo se queden las cosas que te hacen crecer, vayamos preparando la ginebra que tanto anhelo y después hagamos el recuento de lo que queda encerrado.

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