Cantimplora.

 

Te asomas y ves un mar de lleno de mentiras, sigues con la idea de mantenerte ahí, con tal de que digan que vives en un mundo perfecto, quieres perpetuar tú presencia y erigir un monumento para que te reconozcan como un héroe cuando sabes que eres víctima de tus creaciones mentales. Abordas todas las posibilidades para mantenerte en un estatus de comodidad, renuncias a la ansiada paz y prefieres tener estrategias que te hagan salir ileso, que manera de desperdiciar energía y de manifestar la terquedad como una opción de competencia que es innecesaria.

Sigues ahí mirando el reloj mientras las olas se llevan los bonitos instantes de felicidad, no quieres levantarte, persistes en continuar con los constantes reproches, quieres ser aclamado como el mejor tejedor de catástrofes, necesitas esa parte que te hace sentirte vivo, te aferras como si fuera el único trozo de salvación, terminas aparentando lo que realmente no existe.

El faro comienza a iluminar el horizonte, quizás ahí encuentres una embarcación que se apiade de ti, te lleve al otro lado, ahí donde esta la isla que te haga sucumbir ante las realidades que son brumas cuando estas intentando disimular una crisis verosímil que crece cada día cuando abres los ojos y escuchas las mismos argumentos desgastados. Ya no tienes antídoto para las adversidades, ya no entiendes, te has convertido en un ser articulado por impulsos irracionales, que te hacen decir mentiras que se van por el drenaje, mentiras que de alguna forma llegan al mar que ahora vez y te hacen sentir rabioso.

Las descripciones son puntuales cuando hablas de lo que debería ser diferente y se mantiene en el mismo sitio. Eres un necio e irreverente, un lobo que solo está al acecho y preparado para atacar, eres una pesadilla ingobernable, tienes cientos de contenedores llenos de veneno, buscas a toda costa llegar al punto de desquitarte y sentirte victorioso, por eso esperas la hora exacta, mientras caminas de un lado a otros intentando resolver el acertijo que alguien te dejo en la mesa, te has terminado el cereal y la pereza es tanta que sigues masticando como puedes el ultimo bocado.

Así pasan los días con un toque especial de paciencia y locura. No paras de pensar que será cuando la bomba estalle y todos deban de escapar como puedan, estas imaginando la escena y carcajeas, esa es la justicia que buscas, esa es la razón por la que religiosamente te concentras en esas hojas de papel y defines los pasos a seguir, es un secreto que cuidas, que pules, es una obsesión que no te hace ceder a la compasión ni al perdón.

En ocasiones has estado moribundo, pero hay algo que te hace reponerte e insistes en que el próximo amanecer será ese golpe de fortuna, no te cansas de asomarte y ver como el mar de mentiras sigue moviéndose como una incógnita que carcome tus infinitas ganas de ejercer el poder y decir con groserías todo lo que sientes, quisieras ocupar esos puños para romper todas las fotografías que adornan las paredes, pero sabes que eso seria condenarte y quedar desamparado en medio de un verano infernal y sin una cantimplora que te haga tener esperanzas de subsistir, prefieres fingir que todo va bien, sostienes una actitud radiante, te conservas en una línea de prudencia que te hace convivir, eres leal a tus intenciones y quieres seguir en el regocijo de simular alegrías aunque haya pinceladas de indiferencia.

Un día resolverás ese acertijo, serás libre de tus telarañas, tendrás el chance de experimentar cosas nuevas y te compraras una cantimplora por si hay situaciones hostiles como ir al infierno y sortear ciertos episodios para regresar al cielo sano y salvo, para ver como las mentiras se han evaporado y ahora es un mar libre de toxicidad.

Comentarios

Entradas populares