Eclipse.

 

Tengo el presentimiento de que esta receta heredada por la abuela no será fabulosa, no recuerdo si el secreto era el comino o el tomillo, pero que osadía la mía de aprovechar esta incapacidad para convertirme en la chef que el mundo esperaba, hubiera realizado el viaje a Xochicalco y extraviarme entre una cuantas cervezas y besos de mi hermoso Bernardo, pero elegí quedarme en casa consentir el paladar muy mal acostumbrado y revisar los papeles de la venta de este pequeño departamento, ojala Bernardito se esté portando bien podando el extenso jardín y cuidado de su tía Consuelo.

Sigo esperando el día en que me proponga matrimonio, ya son nueve años de arduo noviazgo y no veo señales de que eso pueda ocurrir, todavía recuerdo cuando lo espiaba en la biblioteca de la universidad mientras me devoraba unos chocolates rellenos de avellana, él no tenia idea de que yo era su fiel admiradora hasta que un día coincidimos en la presentación del libro de mi hermano Gilberto y ahí fue que lo invite a salir, suena como un cuento de hadas, recuerdo que en nuestra primer cita cominos unos tacos de suadero y después terminamos en el cine viendo una espantosa comedia americana.

Al final nos graduamos y terminamos dedicados a nuestra profesión, conseguimos relevancia y nos consolidamos como buenos odontólogos, determinamos que cada uno trabajaría por su parte y por su zona, cuestión que hasta la fecha es cumplida, cada mes de abril paramos nuestras agendas y emprendemos viajes impresionantes, es nuestro deleite, es nuestra obsesión, tenemos millares de fotografías y pronto estaremos por primera vez en República Dominicana. Me emociona saber que quizá ahí en ese lugar suceda lo que tanto he esperado y vea ese precioso anillo luciendo en todo su esplendor y después a planear la boda.

Mis ilusiones son demasiadas al igual que las preocupaciones, hace un par de semanas fui al médico, porque comencé a sentirte muy exhausta, me mando hacer estudios de rutina, unos ultrasonidos y unas radiografías, pero he determinado que abriré el sobre de los resultados hasta después del viaje, seguro todo estará bien y debo disfrutar al máximo, estoy en esa etapa de hacer lo que me venga en gana, pues quizá pronto sea madre y ya no tendré el mismo tiempo y mis obligaciones aumentaran. Bernardo entenderá que nuestros itinerarios serán complicados y que apenas tendremos tiempo para darnos los buenos días, creo que necesitaremos que alguien nos ayude con todos los dilemas que se nos avecinan, diré adiós al departamento buscare una linda casa donde pueda tener el consultorio, jamás ha existido un no por parte de Bernardo y así tendrá que ser, por nuestro bien y el bien de nuestra familia.

Le diré a mi prima Rosa que me acompañe a comprar el vestido, las zapatillas, que veamos lo del menú, las invitaciones, los cientos de invitados y que se haga cargo de la luna de miel, quiero ir a una zona boscosa, lejos de la ciudad, disfrutar de mi galán, aunque sé que el prefiere la playa.

Nos amamos tanto y muy pronto ese día de ensueño se hará realidad. Para ese entonces sabre cocinar a la perfección, sabre la diferencia entre el perejil y el cilantro, seré toda una señora profesionista con un marido realizado y generoso, este eclipse nos traerá paz y una época de bonanza inverosímil. Ya es hora de marcarle a mi amor y decirle que no se le olvide tomarse la pastilla para ansiedad, nunca he sabido que es lo que lo estresa tanto, pero en cuanto estemos casados y felices todos sus males quedaran en el olvido.

Deseo con todo mi corazón que el anillo contenga un zafiro o ya de perdida un rubí, ya quiero estar en Santo Domingo, ya quiero imaginarme vestida de blanco.

 

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