¡¡¡Ay pobrecito!!!
Las
calumnias que salen de tu feroz boca son esas que acomodas para que tu drama
sea esplendoroso y te den un abrazo, esas culpas que sin la menor reflexión mencionas
para que otros sientan las molestias de tus raspones, esa destrucción que en el
fondo de tu corazón se está engendrando solo está provocando una toxicidad que te someterá sin compasión.
La fe
es poca aunque enciendas cientos de veladoras, si el odio está recorriendo tu
enorme cuerpo y tu limitada conciencia
no podrás llegar muy lejos, tus peticiones serán concedidas con justa razón aunque
para ti todo será una voraz transgresión. No puedes hacer responsables a otros
de tus frustraciones y decisiones precipitadas, no puedes aseverar que el mundo
está contra ti, si tú no haces nada para colaborar para que el entorno mejore.
Para evitar ese hartazgo que carcome hasta las paredes más gruesas solo
conspira con tu serenidad y comienza a registrar cada acto de tu eficaz
existencia.
No
evites el contacto con eso que te puede dar comezón, camina por la jungla de
alimañas y extraños cuentos que llegan a tus oídos, no permitas que tus ojos
sangren al observar el cambio inevitable, que esa jaqueca no se apodere de ti,
que esa música sea para tranquilizar esos nervios preguntones que solo esperan
la media noche para dormir en medio de las pesadillas insostenibles que
despotricas con lujo de detalle para refugiarte en una ternura efímera. Sigue
con tu nutrida dieta de resentimientos, amenazas, culpas, ilusiones, saludos no
recibidos, indiferencia forzada y un silencio incómodo. Sigue concediendo todo
lo que tú quieras para el mundo que construyes con ese esfuerzo de sol a sol,
no temas por lo que pueda pasar si ya todo está dicho entre lágrimas y muecas,
ciclos y episodios, necesidades y terquedades, reclamos y figuraciones.
Sigue escudriñando
todo lo que pasa al tu alrededor mientras te conviertes en un sordo, en un mudo
furioso, escribe esas cartas que no tendrán destinatario porque ahora ya no
sabes cuál es la nueva dirección de aquella sombra que busca a otra para formar
una especia de figura herida por cupido. No puedes gobernar en un lugar donde tú
eres solo un inquilino que debe respetar las reglas porque así debe ser en cualquier
sitio hasta que con tu capacidad consigas conquistar lo que quieres sin
limitaciones.
Si
trabajas arduamente esa es tu responsabilidad, si no reservas tiempo para tu
esparcimiento morirás en la queja constante y en el encontrar piedras
gigantescas en tus zapatos que suplican explorar todo tipo de terreno, no puedes salpicar de
tus miedos a los que están disfrutando de una tarde soleada donde quizá existan
nubarrones pero con un entendimiento limpio de esos absurdos que vas armando
con paciencia y fiel carisma. Invierte en lo que realmente veras resultado y no
en lo que solo te tiene entretenido y perdido en un reflujo que quema esas
entrañas que están ardiendo por todo aquello que has consumido, inventado,
guardado, exagerado y maltratado que es parte de tus mil caras que se van
desfigurando cuando el tiempo marca la hora exacta que alguna vez manipulabas y
confesabas ser un corazón entregado y que termino solo manoseado.
Nada
esta arruinado cuando en verdad te encuentras en donde quieres, con quien
quieres, nada esta estropeado si la sonrisa que muestras es sincera pero todo
es un engaño cuando te haces la víctima y cuentas esa versión que te deja como
el desprotegido y el sugerente ¡¡¡ Ay Pobrecito!!! Se hace presente y es donde
todo queda en una confusión y en una ligera tristeza por lo terrible que es el
ser humano al tratar de ser el débil de una vida que podría ser de fuerte y llena
de grata locura pero las condiciones solo funcionan para el drama.
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