El terror de la felicidad.

Es terrorífico pensar que duraremos una eternidad y que nuestros semejantes piensen lo mismo eso es  un parteaguas que nos debe remover hasta el más escabroso pensamiento que ronda nuestra existencia.

Si hay personas que darían la vida por nosotros en esos momentos donde corremos peligro, pero después se olvidan porque quizá llega a su vida algo con más versatilidad y que les da menos preocupación y aquello que era significativo término siendo efímero. Su tan ansiosa  promesa de estaré al pendiente y lo que necesites se vuelve un flan en  días soleados donde todo se derrite y se va diluyendo sin dejar rastro. Por eso no hay que hablar de más cuando no estamos conscientes de nuestras palabras, cuando estas no provienen del corazón, hay que darnos cuenta que los limites son especialmente necesarios para establecer una armonía sofisticada en donde todo sea felicidad.

Hay que darnos cuenta del valor que nos brindan y si esto debe ser reciproco en una selva de animales donde la conveniencia es un altar a la sobrevivencia, hay que saber las razones que mueven los instintos y que finalidad tienen para estar preparados. Todos somos vulnerables y no nos damos cuenta que vamos cambiando y que cuestiones hemos dejado de lado y que otras son prioridades, no nos damos cuenta que hay seres que nos quieren decir algo, que quieren escucharnos con la verdad, que quieren solo abrazarnos para sentirnos en un amor profundo e inseparable. No dejemos que esos lazos se trasladen a lo desechable del mundo cuando tenemos la oportunidad de poner orden en nuestra vida y suministrar el valor que se merece cada persona y acontecimiento.

No confundamos ser entregados con darlo todo, entregar es una parte esencial de toda relación humana para fortalecer y enriquecer la unión que surge con el paso del tiempo, darlo todo es una trampa que te puede dejar sin nada y te hará volver con aquellos que son incondicionales y que por ciertos motivos olvidas porque el desorden hace que se escape la anestesia a nuestros sentidos. No creamos en que todo lo abstracto será para siempre cuando en el mundo todo tiene un cambio fundamental para seguir avanzando, encontremos el equilibrio para compartir lo que nos queda de tiempo y no caer en un arrepentimiento voraz y frívolo. Da miedo pensar que muchos no tienen idea de la delgada línea en la que estamos viviendo por eso la soberbia, la arrogancia y el testarudo concepto de superioridad nos hunde en un mundo de intolerancia e ignorancia.

Busquemos el punto de seriedad a nuestra felicidad y cuestionémonos. Sentirnos felices es estar enteros en nuestra realidad y no depender de otro, encontrarse feliz es respetar y admirar a quien está a tu lado sin obstaculizar su forma de ser, felicidad es encontrar  la solución a las diferencias y continuar en un mundo increíble y voluminoso. Ser feliz implica muchas situaciones y cada individuo arma su tablero de la manera en la cual deje mejores dividendos.

Ahora que estoy aquí completo y con todas mis facultades me gustaría saber qué piensas de mi sin escatimar nada, sea bueno o malo comprenderé y trabajare para darte una explicación sencilla y prudente, después de tus tantas preguntas me tocara mi turno, no sé si haya sonrisas o lágrimas, verdades o mentiras, silencio o un ruido ensordecedor, no me imagino en que terminara esta sesión de preguntas y respuestas, quizá me desconozcas o confirmaras de que tan bien me conoces.


Lo único que sé que esa burbuja en la que viajas sin tantas complicaciones se reventara causándote un terror que te hará reaccionar antes de que caigas al suelo y sepas que pasara con tu enorme existencia. 

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