El arcoíris.


Todos le dan su perspectiva al arcoíris, pero lo más importante es que evita que seamos invisibles ante una sociedad llena de torbellinos y doble moral.  No te asustes por ver pelucas, tacones y maquillaje, no te persignes por observar cuerpos con poca ropa, puede ser obsceno para tu concepción cuando en el fondo guardas cosas más obscuras y perversas.

El respeto debe imperar. Estamos en un país que está en una mentada transformación, que no une, solo logra dividir, un país donde los recursos fallan y donde la parálisis esta ganando, con el extra de que existe la costumbre de señalar lo que es diferente cuando no debería ni ser tema. Todos los que están en contra de salir y dicen que el evento no los representa, solo hagan un recuento de lo que pueden hacer sin esconderse, solo reconozcan que son libres y sin persecución de ningún índole.  Aunque no quieras el arcoíris está presente en tu vida, porque has logrado amar sin ocultarte.

Hagamos visible eso que nos hace humanos, sin importar otras condiciones.  No te espantes por ver piel y amor honesto, reflexiona y define tu postura ante la violencia contra las mujeres, ante el maltrato infantil, ante la ola de inseguridad, ante los decisiones gubernamentales, ante los abusos, ante las condiciones de pobreza extrema, ahí hay que poner toda nuestra meditación y no estar flagelándonos por percepciones ambiguas. Si no quieres ver cierra los ojos, no vayas y enciérrate en ese closet de argumentos válidos, pero que te mantienen con los brazos cruzados pero pendiente que es lo más irónico.

Tú elijes el camino que quieres. Si quieres ir de cama en cama, si deseas ir de boca en boca, si quieres ser parte de los lugares clandestinos donde no hay amor, si quieres tomar riesgos, si quieres aparentar también estas en un derecho legítimo y absoluto. De alguna forma te envuelven los colores y te ajetrean con tal de que seas feliz de la manera que mejor te convenga, así es esto de los trayectos y de los destinos.

El activismo nos ha llevado a ganar batallas, el hacernos visibles nos ha llevado a obtener  igualdad. Hay que reconocer a los hombres y mujeres que salieron por primera vez a las calles para comenzar una lucha, debemos de retomar y leer la historia para que no haya retroceso, hay que fomentar la aceptación de los unos a los otros, hay que generar el debido respeto a las formas de manifestación y expresión. No hay que caer en la opacidad y tampoco lastimarnos  con ridículos términos que solo nos ponen a discutir sin llegar a acuerdos.

Esa muchedumbre multicolor es parte de nuestra esencia, somos parte de una sociedad que debe mover los hilos, que necesita trascender, que requiere soluciones, somos responsables del futuro. Más allá de una orientación, preferencia, elección, somos humanos y no debemos quedarnos callados, escondidos, no permitamos ser sobajados,  porque somos personas que cumplimos y despertamos con poner nuestro granito de arena para que los engranes funcionen.

No ofendas solo por joder. Las criticas siempre existirán entonces salgamos una vez más y establezcamos las condiciones para continuar alzando la voz. También sé que el orgullo va más allá de reconocerse homosexual, orgullosos debemos de estar por la gente que nos ama, por todo lo que hemos logrado, por cómo nos conducimos y por todo lo que somos. El arcoíris nos une una vez más para juntarnos y convivir. Amor es amor y eso debe celebrarse y perpetuarse en el rumbo de la sociedad que quiere realmente transformarse y romper ataduras y moldes.

Siente el arcoíris en todo momento y no solo cuando te conviene o cuando los demás no te ven.



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