Mientras las sirenas cantan.


Las vísceras me arden al contemplar como las incógnitas me sacuden la esencia. No creía posible las olas alcanzaran la barca donde se guardan historias increíbles, la fuerza del agua la partieron, la destruyeron y no hay remedio. Tendré que construir una mejor, buscar un lugar para que esto no vuelva a pasar y seguir mi intuición. Mis emociones parecen navegar en una corriente desesperada, que ahoga toda explicación, ya no está la barca donde conseguí infinidad y sorprendentes pescas y afronte grandes tormentas.

Hay veces que debemos comenzar nuevas historias. Mis manos maltratadas por el manejo de las redes parecen sanaran con el paso del tiempo, mi comprensión al mismo tiempo tendrá que reflexionar y saber cuáles son los escenarios que debo afrontar mientras construyo una barca resistente. He pensado en huir y olvidarme de esta playa, de la sensación de la arena y de este olor característico, he tejido en mis pensamientos un escape perfecto pero hay motivos por los cuales es preferible afrontar la realidad y prepararme sin miedo.

Mi interior está confundido, no sabe en qué parte esta, quisiera que las pirañas acabaran con mi existencia, imagino como un tiburón me arranca las extremidades, como las medusas me lastiman, mi mente está jugando en espacios que estaban llenos de serenidad y ahora siento como miles de cangrejos me truenan los dedos con sus tenazas. El horror de mi pensar se traduce en esta terrible incertidumbre, en esta agobio, en esta indiferencia caótica. Alguna vez vi a las sirenas rondarme, puedo decirles que son hermosas, coquetas, precisas en su forma de cantar, pero ahora con esta impaciencia ya no sé qué sea verdad.

Mi barca era una especie de bitácora, ahí puse todos mis anhelos, conté todas mis expectativas, expuse mis planes, difundí mis ideales y expandí la esperanza. Me esforcé todos los días para que la embarcación no llegara con las manos vacías, ahora esta partida en ciento de pedazos. No he podido dormir, no he comido, mi humor no es agradable, necesito tomar aire y empezar a trabajar en el nuevo bote y dispondré de la mejor madera, tendrá acabados esplendidos, no parare hasta que zarpemos en busca de un cardumen que sea interminable, para volverme loco, para erradicar mi tristeza, para redescubrirme como alguien poderoso e inquebrantable. Esos fantasmas piratas nos causaran risa y serán los que nos lleven a conseguir espectaculares jornadas.

Mientras dejare que las gaviotas aniden en aquel almacén donde guardaba todo lo necesario para andar por el mar, quiero ver vida en medio de esta aplastante interrogante, quiero sentirme abrazado por mis peculiaridades, no quiero asustarme por los fuertes vientos, quiero que la sal me dé una descripción de mi estancia en esta orilla. Comenzare con el afán de volver a sonreír y me quedare con esos pulsos que me encaminan de nueva cuenta a la aventura, que delatan mi amor por la vida y por mi terquedad a lo inmortal.

Ese ardor en las entrañas se disolverá por algo que me de calma e inspire a otros a continuar. La nueva barca tendrá que acumular experiencia ante la irreverencia de la naturaleza, explorara cada sitio que he conquistado, todo será diferente. Rescatare las piezas que podrían funcionar de aquella barca en ruinas y hare que le den sentido a las asoleadas mañanas y las memorables tardes para que en las noches vuelva a recargarme de fuerzas. Somos vida constante, somos cambio inevitable, somos todo aquello que muchos no creen, somos una posibilidad entre infinidad de excusas, seremos el punto final de historias y el comienzo de otras, seremos los que tengamos que ser mientras las sirenas cantan.

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