No es ficción.

 

La línea es delgada y no es ficción. Es un momento donde la música me ha envuelto, todo gira en cámara lenta y me quedo perplejo ante el enigmático pensamiento que rodea el instante, no queda espacio para que todo se desborde en una pasión desenfrenada, es un diminuto recoveco que queda, el sudor comienza a aparecer y mis sentidos se bloquean ante la inmensidad de mis pretensiones y mis extraviados razonamientos.

Me has ganado con habilidad y mis manos solo sienten como el delirio va creciendo en esa curva que termina por tumbarme y cegarme, estoy atrapado en un deseo que no cabe en mi estructura, estoy en un colapso eminente mientras me miras detenidamente y te vas acercando más y más, sabes que esto es un fragmento de realidad que se puede diluir y expandir en un guion inesperado, pero benevolente y extraordinario, donde no debe de existir el miedo ni la duda, donde solo debe prevalecer la conciencia, estas con esa claridad en las pupilas, con esa respiración acelerada, con esas respuestas que se trasmiten de poro a poro.

No hay tiempo para que sepas la verdad que ahora te pertenece, no queda rendija por donde las ideas se escapen, ya no hay escapatoria, estas fusionando tus átomos con los míos y de repente te iras y dejaras vivo el fuego, esa energía que no cesa, tendré que esperar a que vuelvas y me des un poco de tus múltiples encantos. Esa línea delgada desapareció y dejo que nuestra imaginación desarrollara mundos que ahora son palpables, no quiero que esto se vuelva una sesión de dibujos animados, no quiero que esto sea un cuento mal redactado, no quiero que todo se estropee como si fuera un juego de pin pon improvisado.

Ya no hay más argumentos, estamos fundidos en una misma pieza. No desconozcas mis profundos debates, mis intensos detalles, no corras en esa oscuridad, quédate a mi lado, abrázame, susúrrame una frase que me haga desfallecer, respira en busca de tranquilidad y déjame tocar tus intrépidos rincones que guardan manjares que en mi memoria se han perdido. Encontremos la oportunidad para reconocernos como partículas que anhelan encontrar el sentido en el abismo que nos ha invadido por largos sueños y quizá en un giro abrupto un día despertamos juntos y celebramos la vida con un silencio pronunciado que después se convierta en un himno de placer consciente y constante.

Te sigo observando tan cerca y los temblores significan que pronto seré un costal de polvo que se disperse por todo este lugar lleno de aspiraciones y conversaciones, tus ojos son los únicos que me pueden salvar, no me pierdas de vista, sujeta mis huesos y mis historias pendientes. El calor que desprendes me transforma en el valiente, en le soldado, en el titan que solo piensa en tus inmediaciones espirituales, conspiraciones emocionales y tus derroches carnales, estoy encendido, estoy en la plena libertad de desdoblar el mapa de nuestras mas nutridas batallas, estoy aquí resolviendo lo que por semanas me ha tenido desesperado, aunque no lo parezca.

La astucia de nuestra energía se responde con simples movimientos. Nos volcamos en una escena que no se ve, pero se siente, no hay miedo, no hay duda, solo hay luz en el firmamento mientras la música sigue su marcha y todo continúa girando en cámara lenta. Después nos separamos lo necesario para entender que somos parte del destino escrito de forma puntual y correcta, miramos para todos lados y ahí estamos entrelazados por el poder del deleite mutuo, dispuestos a repetir hasta que comprendamos cada parte de lo que acontece en esto debe tener alguna explicación sensata y creíble.