Opiniones.

 

Ahora que tomas el aire fresco y reconoces la felicidad, ya no requieres mi opinión, te alejas quizá para pensar, para entrelazar cada suceso y entender el presente. Se termino la búsqueda de la verdad a través de mis palabras, ya no es necesario te exprese mi sentir, pues decidiste salir de forma audaz del remolino que amenazaba por llevarse hasta las llamadas de perdidas de todas tus desesperaciones.

Ahora que estas allá junto a los arbustos que de alguna forma te cobijan y observas que las cosas han cambiado, no quieres saber de mis inquietudes, de mis pensamientos, ni de mis poemas, te has refugiado en un cumulo de recuerdos que son dignos de premios imaginarios. Te escabulliste por el túnel que habías preparado, el mismo que te  quito el sueño, que no te dejaba descansar, ocupaste la astucia para liberarte de la atmosfera que te asfixiaba, no te importo que iba a pasar, no te intereso que es lo que se sacudiría, tomaste fortaleza y corriste hasta que el cansancio de instruyo una rendición.

Intentas estar en paz, pero en ocasiones el miedo te levanta y te hace fabricar escenarios crueles y catastróficos, recurres al silencio y a dormir por horas, exageras en esas pretensiones de demostrar y presumir lo que muchos ya vieron. La aburrición se ha convertido en una especie de compañía significativa que te somete a bostezar y de repente deseas retroceder unos pasos, pero el tiempo ha pasado de una forma estrepitosa y no hay espacio para reflexionar, parece que estas en la orilla de aquel viejo edificio esperando un sismo que te haga caer, es una sensación espantosa, es una terquedad infinita por alcanzar la plenitud que sustituyes por la monotonía.

Aquellas opiniones que te expresaba eran desde mi conciencia, desde mi cariño, desde el afecto por verte crecer, por sentirte feliz. Muchas veces te pedí recapacitaras tus arranques de prepotencia e incertidumbre, algunas veces no me hiciste caso y elegiste tomar los riesgos, mezclarte en lo efímero y lo presuntuoso, aquellas garras de la frivolidad te agarraron hasta destriparte y terminar siendo una caricatura de aquello que aborrecías.  Te sumaste a la adoración de don dinero, a la ambición, a la persecución de la superación con base a lo material, no dudaste de lo que implicaba entrar a la burbuja de apariencias y desafíos, concretaste tanto y eso hizo despertar a la bestia que quería más y más.

Ahora que muchos hablan por hablar y traducen sus percepciones a lo que mejor convenga, caigo en todas las impresiones que divulgan y me muero de risa, todos estamos en la misma situación de especular y hacer insensatas conclusiones, estamos en una escasez de debate y resolución, todos disimulan el no saber, se consagran como magníficos ignorantes, en querer olvidar lo ocurrido y quizá sea una opción prudente al no tener los suficientes argumentos para declarar lo que es verdad y lo que es mentira.

La mayoría están mordidos por la turania, nadie la reta, nadie la encara, pues es el motor de una mafia, donde las flores que no se marchitan obtienen su pase a la eternidad, son promovidas al florero que todos anhelen y desean ser olidas por el general del batallón que no tiene disciplina, ni estrategias, ni una motivación para revestir lo que esta lleno de complacencias, halagos y falsedades. Si supieran mis opiniones quedarían desacreditados, pensativos, confundidos, hartos, cabizbajos, si supieran que muchos piensan así y no se atreven a causar una rebelión, por el simple hecho de la comodidad y el temor a la displicencia.

Ahora que no necesitas opiniones entonces quédate con lo que todos los días te cuentas y te hace sentir bien.

 

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